La  semana: Pues como siempre de todo un  poco, aunque eso si, con la resaca del  anuncio por parte del Presidente  del Gobierno de que no se presentará a una  próxima legislatura. La  noticia de que Rodríguez Zapatero no será el próximo  candidato del PSOE  y por lo tanto no podrá ser Presidente del Gobierno por un  tercer  mandato, constituye, sin paliativos una excelente nueva, el personaje   más siniestro de la reciente historia de España, el culpable de la peor  crisis  económica que se recuerda en décadas, el partidario de pactar  con una banda de  terroristas incluso después de los crímenes de la T4    orillando a las victimas del terrorismo, el vendedor de España al   nacionalismo catalán, el conculcador de normas elementales del  ordenamiento  jurídico, el traidor por antonomasia, solo tiene por  delante un año como  Presidente del Gobierno, sin embargo esta noticia  no debe llevar al PP a una  euforia pensando que tiene el camino seguro  hacia la Moncloa. Evidentemente  la renuncia por parte de Rodríguez  Zapatero dificulta en grado sumo la victoria  del PP en las próximas  elecciones tanto municipales como autonómicas y ya no  digamos nada en  las generales, el PP no puede pretender ahora que los electores   castiguen a Rodríguez Zapatero, por la sencilla razón de que se va y,  por otro  lado, tendrá difícil culpar a otro de los errores pasados. Si  el PP quiere  realmente ganar esas elecciones tendrá que llevar a cabo  un modelo de oposición  mucho más enérgico que el llevado a cabo por  Mariano Rajoy, tendrá que mostrar  alternativas electorales menos  difusas y mas concretas en áreas como la  política económica, la  investigación y la lucha antiterrorista, o la defensa de  valores como  la propiedad privada o la familia, tendrá en definitiva, que ser  menos  optimista y triunfalista y mucho más realista y por encima de todo  tendrá  que hacerse a la idea de que todavía puede perder las elecciones  generales si  un nuevo candidato socialista  moviliza  todo el voto de  la izquierda y por lo contrario Mariano Rajoy no logra hacer lo  mismo  con el voto de la derecha, por lo pronto la última encuesta que hoy   publica en diario El Mundo en portada, ya le restan la mitad de los  puntos en  intención de voto, respecto a la anterior hecha antes del  anuncio de retirada  de Rodríguez Zapatero, a lo que le hay que sumar el  eco que esta semana ha  tenido la visita de Mariano Rajoy al parlamento  catalán, donde una vez más dejó  clara su catadura política. 
La  verdad que cada día millones de  ciudadanos piensan de manera un tanto ingenua  que ya no queda  despropósito que pueda acometer la clase política que  padecemos, la  realidad es que algunos de sus miembros siempre acaba teniendo  alguna  ocurrencia, además en la peor dirección, la última de ellas fue la de   Mariano Rajoy plegándose a las exigencias de los nacionalistas  catalanes. La  verdad que muchos de  los aláteres de  Rajoy, alguno tan  cretino que se cree que tiene un dominio total de los  tiempos,  pregonando esas encuestas que le dan mayoría absoluta. Pero esta  semana  Rajoy decidió que era el momento de su rendición ante el voraz y   depredador nacionalismo catalán. Y es que en su visita al parlamento de   Cataluña, Rajoy no dijo ni una palabra del expolio continuado de España  por los  nacionalistas catalanes, Rajoy no dijo ni una palabra de la  persecución del  español perpetrada por los nacionalistas catalanes,  Rajoy no dijo ni una  palabra sobre la corrupción creada por el  nacionalismo catalán que supera a la  del nacionalismo andaluz, Rajoy no  dijo ni una palabra sobre los gastos  despilfarradores del nacionalismo  catalán que han producido casi el 30% de la  deuda de cerca de 17  Comunidades Autónomas, Rajoy no dijo ni una sola palabra  de cómo el  nacionalismo catalán ha dejado sin agua a Murcia,  Valencia y Almería,  Rajoy no dijo ni una sola  palabra de cómo Madrid tiene que entregar el  10% de su PIB a Cataluña  para que esta siga despilfarrando el dinero   en su corrupta  oligarquía nacionalista,  de esto y de otras muchas cosa  urgentes Rajoy no dijo absolutamente nada, pero  eso sí, Rajoy sacando  pecho le dijo a Rodríguez Zapatero que tiene que mandar  mas dinero a  Cataluña, más 1.700 millones de euros, y que esta dispuesto hablar   sobre un concierto económico inexistente, injusto y privilegiado para  esta  región.
La  verdad que hablando de esta manera  Mariano   Rajoy esta traicionando de la manera más directa e  injustificada a sus  electores potenciales. Rajoy no puede seguir  pensando que va ganar las  elecciones generales porque puede quedar  quemado en ese triunfo, que después de  lo visto esta semana, será para  seguir entregando más y más a los nacionalistas  vascos y catalanes. 
Cada uno  que haga lo que quiera. Pero  Mariano   Rajoy que defienda a quien tiene que defender ante el  nacionalismo  catalán o quizás se lleve mas de una sorpresa, porque esta  semana Rajoy  demostró que esta dispuesto a rendirse cobarde e  innecesariamente ante unos  partidos nacionalistas que llevan décadas  pisoteando la legalidad  constitucional, persiguiendo todo lo que les  huele a España y sacándonos el  dinero a espuertas llenas. 
             (G. Molina) 
 
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