lunes, 3 de diciembre de 2012

Comentario del 02-12-12

COMENTARIO DEL 02-12-12
La semana: Pues como siempre de todo un poco aunque, sobre todo desde el pasado viernes, lo que más pregonaron los medios de comunicación fue otra mentira más de Mariano Rajoy que con esta  ha traspasado la última línea roja, por el momento. Los pensionistas españoles veremos mermado el poder adquisitivo a partir del mes de enero al no compensarlos por la  desviación del IPC tal  como había prometido Mariano, algo que por otro lado  se veía venir a todas luces y me explico: cuando los ayuntamientos tienen que subir los recibos, léase, agua, luz, basura, etc. Lo hacen basándose en el IPC del mes de septiembre, que ya se encarga el gobierno de hincharlo, a modo contrario sucede durante el mes de noviembre, que lo único que hace el gobierno es bajar aquellos productos que son más susceptibles de subir el IPC como pueden ser los carburantes, que durante el mes de noviembre bajaron en relación a otros meses. Esperemos a navidad con subida de la luz, subida de 15 céntimos el carburante, en fin ahora puede subir a inflación a gusto. La verdad que la  revalorización de las pensiones es el único punto, como decía anteriormente,  que le quedaba por incumplir a Mariano Rajoy. Cuando muchas familias en este país están sus hijos comiendo gracias a las pensiones de sus padres o de sus abuelos,  que muchos pensionistas que estaban en residencias vuelven a sus hogares para mantener a los hijos, muchos casados, otros solteros, pero unos y otros sin trabajo. Bueno pues  que el gobierno no pueda subir las pensiones acorde con el IPC, pero que sin embargo pueda dar  dinero a los bancos sin límites, a Cataluña para que pueda seguir  financiar sus múltiples embajadas, a los sindicatos para que hagan cursos que no sirven para nada subvencionando más de 300.000 liberados, a la patronal y ya no digamos nada toda la casta política desde los traductores del senado, los propios senadores y un larguísimo etcétera más es algo que nadie de este país, sobre todo los más de ocho millones de pensionistas, pueden   perdonar a Mariano Rajoy. Lo decía el pasado domingo, después de un año de haber ganado las elecciones Rajoy no hizo otra cosa que no fuese ahogar a la clase media y baja de este país.
Por otro lado de lo que también se habló mucho de esta semana fue del resultado de las elecciones en Cataluña donde el nacionalismo, el independentismo salió mucho más fortalecido, es decir, en números redondos el nacionalismo catalán, ya abiertamente independentista, representa en estos momentos a cerca del 70% de los votantes catalanes, lo que hace que  tripliquen  en escaños a los partidos que defienden la constitución, lo que demuestra la gran amenaza que para la unidad de España representa Cataluña. La verdad que los gobiernos de España en las últimas décadas han dado a los nacionalistas una serie de privilegios cuyo resultado ahora todos conocemos. El partido socialista atraviesa su peor crisis desde el año 1.939 por la sencilla razón de que los coqueteos con el nacionalismo revuelven el estómago de cualquier persona decente. Por lo que se refiere al PP, ciertamente no hay peor ciego que el que no quiere ver, pero los resultados de las pasadas elecciones vascas y las actuales catalanas, resultan bien elocuentes, en las vascas sufrió un desplome y en las catalanas a pesar de la amenaza separatista, a pesar de una mayor participación en las urnas, solo consiguió un escaño más. A estas alturas, con los resultados analizados con realismo y no con voluntarismo, el Gobierno de Mariano Rajoy, solo tiene dos alternativas: o bien aplica el artículo 155 de la Constitución y suspende la autonomía de Cataluña ante el primer conato encaminado hacía la independencia, o bien consuma el proceso de capitulaciones que ha durado décadas y deja marchar a esa región española para que asuma sus delirios en un panorama trágico de endeudamiento, de incompetencia y de recesión económica. En cualquiera de los casos lo que no resulta de recibo es la prolongación de una situación en la que los nacionalistas catalanes continúan despojando al resto de España de sus recursos, y que ahora mismo Cataluña acumula más del 30%  del total de la deuda de las comunidades autónomas y que sigue con la realidad oculta por el aparato propagandístico del nacionalismo, sin pagar a las farmacias, abandonando a los ancianos a su suerte y cerrando quirófanos. Eso sí, ellos siguen manteniendo una casta política a costa de todos los españoles.
García MOLINA


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