lunes, 1 de febrero de 2016

Comentario editorial del 31-01-16

COMENTARIO EDITORIAL DEL 31-01-16

La semana: Pues hemos tenido de todo, aunque a la hora de hacer este comentario, permítanme detenerme en diferentes cuestiones que fueron los que tildaron la actualidad de la semana. Así de este modo podíamos hablar de la corrupción que está atacando de nuevo al PP desde Valencia, que aunque no llega a la corrupción del PSOE en Andalucía vergüenza deberían de tener unos y otros salir a una escena pública,  digo esto porque encima salen con cara de no romper un plato. Y es que además, la corrupción es un mal generalizado en España, solo un partido UPyD no fue corrupto, claro que desapareció, ¿esta ciudadanos en este mismo camino, es decir, de no ser corrupto? De momento no se le conoce nada que haga sospechar. Desde luego la formación que lidera Pablo Iglesias esa no va desaparecer porque precisamente nació entre la corrupción.

Por otro lado seguimos sin tener las cosas clara, bueno los políticos, de que gobierno vamos a tener en España. Y les voy a decir lo que pienso, debería haber nuevas elecciones pero sin ser líderes ni Mariano Rajoy ni Pedro Sánchez, ¿por qué?  Uno por tonto y otro por chulo. Las espadas están en alto, lo que sí está claro es que los mercados están parados, la bolsa hecha polvo y los pronósticos nos desastrosos.

Pero bueno entre tanta noticia negativa hay una positiva  que merece la pena destacar,  La Audiencia de Palma ha decidido este viernes que la Infanta Cristina siga como acusada y será juzgada en el juicio del caso Nóos. La verdad que no deja de ser una buena noticia. Tengo mis dudas que no haya algún intríngulis para que no llegue a sentarse en el banquillo, entre ellos la valentía de los jueces, pero espero y deseo que la administración de justicia no doblegue ante los poderosos.  Digo esto porque la presencia de la Infanta Cristina en el banquillo no prejuzga necesariamente su culpabilidad, pero reconcilia a los ciudadanos con la idea de una Justicia imparcial, sin cuya existencia no es posible hablar de un verdadero Estado de derecho. En definitiva, la pelea era que  la infanta se sentara en el banquillo y se ha sentado. Y la guerra es que ahora, todos los infames que han prevaricado para proteger a la Infanta  deberían estar fuera de cualquier cargo público.

García MOLINA

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