Por otro lado esta semana hemos acudido a otro de los desatinos de Rodríguez Zapatero, y que fue el comentario, en muchas tertulias tanto en radio, como en televisión, y es que esta semana, además con carácter de urgencia, el Ministro de la Presidencia anuncio una rueda de prensa, la urgencia era informar del dictamen del comité de expertos acerca del futuro del Valle de los Caídos, donde se pretende sacar el cadáver de Franco. La verdad que en los momentos en que vivimos la simple convocatoria de una rueda de prensa con carácter de urgencia, para dar a conocer las conclusiones a la que ha llegado la comisión del expertos del Valle de los Caídos, obliga a uno a plantearse si un sector de la población española, necesita más un psiquiatra o un exorcista. Con cinco millones de parados. Con una perspectiva escalofriante del aumento del desempleo para el próximo año. Con un mercado crediticio prácticamente congelado y con una prima de riesgo propio de una nación intervenida, aunque mejorase esta semana. Con qué derecho el gobierno en funciones pierde el tiempo entrando en el futuro de un lugar de culto y de los muertos que reposan en él. Con qué derecho el gobierno en funciones intenta enmendar la plana a una de las primeras órdenes firmadas por el Rey Juan Carlos, apenas fue coronado. Con qué derecho el gobierno en funciones, pretende gastarse el dinero público en algo tan absurdo como un lugar de meditación y de explicación del Valle de los Caídos. Y con qué derecho el gobierno en funciones ante pone el traslado de un cadáver a los intereses nacionales más urgentes. España no puede perder ni siquiera un segundo en las necedades resentidas de los que están empeñados de derrotar a un general que murió hace casi cuarenta años, ni en las nostalgias absurdas de los que pretenden de que ese mismo general llegado al poder tras una guerra pratecida es lo mejor que ha sucedido en la historia de España. Sálvese el conjunto artístico del Valle de los Caídos, respétese la libertad de culto y librémonos de los que solo quieren derrotar después de muerto al dictador, o viven de cantar sus más que discutibles loas. Dejémonos de chorradas. Dejar a Franco no vaya ser que al sacar el cadáver vuelva a resucitar y algunos de los que hoy protestan, igual vuelven a cantar el cara el sol, y ocupémonos de lo que es realmente urgente en este país, que precisamente no es sacar a Franco del Valle de los Caídos.
García MOLINA
