lunes, 19 de noviembre de 2012

Comentario del 18-11-12

COMENTARIO DEL 18-11-12
La semana: Pues como siempre de todo un poco aunque han sido tres los frentes que acapararon una mayor información: Los desahucios, los datos del Gobierno de cuando vamos a salir de la crisis y la huelga política del pasado miércoles.
Esta semana el Consejo de Ministros aprobaba un plan urgente para aplacar la alarma generada alrededor de los desalojos. La novedad más importante del Real Decreto es que se suspenden "durante dos años" las ejecuciones hipotecarias a los "colectivos más vulnerables". Que para  entrar dentro de esta categoría hay que cumplir determinados requisitos. Evidentemente que nadie piense que porque exista esta ley, no van a tener que pagar su casa. Aquí nadie regala nada y el que lo piense acabará mal, desde que se empezó a hinchar la burbuja inmobiliaria, los Bancos y Cajas empezaron a dar dinero sin ningún sentido del entendimiento y digo esto, porque Bancos y Cajas subvencionaron hasta con un  120% del valor de la vivienda, de ahí, que el  ahora deudor, no solo compraba la vivienda, sino que le hacía reformas aunque fuese nueva, compraba todo tipo de enseres y así sucesivamente. Claro las consecuencias las tenemos ahora. Qué lejos están aquellos que cuando querían hacer una casa, que tenían un dinero para empezar la obra, después iban construyendo acorde a sus ganancias, o pidiendo un préstamo, que los bancos en contadas ocasiones daban más del 30% del valor de la vivienda. Aquí quisimos crecer a lo grande y así nos va.
Por otro lado, esta semana volvieron a decirnos de cómo tenemos que continuar para salir de la crisis y el tiempo que eso puede tardar en llegar. Y la verdad que desde mi modesto entender, no se puede hablar de recuperación económica mientras el Gobierno de Mariano Rajoy, siga subiendo impuestos. No se puede pretender, porque es imposible, que se produzca nuestra recuperación económica mientras no suprimamos totalmente las subvenciones a la patronal y a los sindicatos. No se puede pretender, porque es imposible, que se reproduzca nuestra recuperación económica mientras sigamos manteniendo el gasto disparatado del actual sistema autonómico. No se puede pretender, porque es imposible, que se reproduzca nuestra recuperación económica, mientras estemos dispuestos a tolerar los abusos de los nacionalismos catalán y vasco. No se puede pretender, porque es imposible que se produzca nuestra recuperación económica, mientras no tengamos políticos competentes, que  rehúyan de la demagogia y que hagan frente a los más disparatados escándalos que día a día se producen en este país. Esa será la única forma de poder salir de una crisis que cada día nos agobia más.
Por otro lado esta semana hemos tenido la segunda huelga general al gobierno de la derecha que, pese a lo que se pueda decir, ha sido de fracaso como era de esperar. Enfrentados a una crisis que se debe en grado sumo a la acción de los sindicatos CCOO y UGT, los trabajadores han dado mayoritariamente la espalda a la convocatoria y solo se sumaron a la misma en aquellos casos en que la violencia y las coacciones habituales se han hecho sentir. Lamentablemente el número de agentes de la autoridad agredido ha aumentado en relación con la última huelga, pero estas manifestaciones delictivas no evitan que la convocatoria apenas haya tenido seguimiento. Al final, una vez más cuando se recurre a la violencia y a la coacción, llevadas a cabo por gente que no se caracteriza por su amor al trabajo, por ejemplo  los sindicatos, no logran que nadie se una a sus pretensiones. Durante décadas los sindicatos UGT y CCOO han podido practicar una política de amor al progreso, de amor al bienestar de los trabajadores y de amor a la patria, pero por el contrario han preferido llevar una política de odio al que desea trabajar y prosperar, de odio a los que censuran la manera en que se quedan con el dinero que sale de nuestros bolsillos y de odio a todo los que pretende separarnos del sistema laboral franquista, que tanto les agrada y que a tantos trabajadores ha mandado al paro. El único amor demostrado por los sindicatos a lo largo de estos años, ha sido el relacionado con las injustas subvenciones, con los injustos privilegios y con los no menos injustos trinques. Todo ello en un contexto, donde debería haber una ley de huelga que todavía no existe y desaparecer unas subvenciones sindicales que por desgracia son abundantes. No puede sorprender que los trabajadores que conocen a la perfección la catadura moral de UGT y CCOO hayan decidido no sumarse a unas entidades parasitarias que no los representan en lo más mínimo.
García MOLINA

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