COMENTARIO DEL 04-11-12
La semana: Pues como siempre hemos tenido de todo un poco aunque permítanme destacar una imagen que nos sobrecogió a todos. En la capital de España, en "Madrid Arenas" cerca de 10.000 jóvenes celebraban la fiesta de Holleween y a decir verdad hay mucha diversidad de opiniones si había más o menos concurrencia de la permitida, si había menores, si no había los guardias de seguridad de los que legalmente se reglamentaba y, no cabe duda de que todo eso es una excusa que olvida un principio fundamental, es decir, tenemos una gran parte de la juventud a la que no se ha educado ni en la moderación, ni en la mesura, es decir, se han educado en la falta de respeto a los profesores, a la autoridad, a los mayores y así sucesivamente, es más si tienen una queja contra algunos de estos colectivos, no hay quien duda en poner la denuncia correspondiente. Los padres tienen el derecho y la obligación de ejercer en todo momento la autoridad sobre sus hijos, para protegerlos del alcohol, de la droga y del sexo sin sentido. No todo está permitido. A mí no me vale eso de que no puedo prohibir porque los demás no lo hacen. Hay un principio y no se puede ser indiferente. Y si el mundo está como está es por la blandura o indiferencia de los llamados buenos que se dan cuenta demasiado tarde, por lo tanto no es de extrañar que cuando los jóvenes llegan a casa y sus padres les oyen dar la vuelta a la lleve en la puerta a altas horas de la madrugada respiren tranquilos, hoy la juventud se mueve en estas derivadas con las consecuencias, a veces trágicas, como la de esta semana en Madrid pero que no es ajena, a lo que sucede muchos los fines de semana en las carreteras de España.
Por otro lado esta semana también se habló de la huelga que están preparando los sindicatos mayoritarios para el próximo 14 de noviembre, una huelga donde el sindicato de funcionarios y el comercio de Madrid dicen que no van a secundar, sin embargo los sindicatos mayoritarios siguen en su línea, con las graves consecuencias que para la imagen de España va tener esta huelga general. Y la verdad que pocas instituciones a resultado tan dañinas para la economía española y para los trabajadores que los sindicatos UGT y CCOO. Durante décadas ambas organizaciones sindicales se han convertido en parte una casta parasitaria que no aportó nada bueno a la sociedad y que sin embargo ha recibido de ella decenas de millones de euros, valiéndose de pretextos mundanos como la ley de la memoria histórica o de una injusta y arbitraria ley sindical, ambos sindicatos recibieron cantidades de dinero ampulosas del presupuesto, que nunca deberían de destinarse a ellos, por la sencilla razón de que esas cantidades salían del bolso de todos los españoles. Pero si lo anterior fuera poco, los centenares de miles de liberados, también pagados con dinero que sale de nuestros bolsillos, nunca han sido un ejemplo de laboriosidad y en no pocas ocasiones se han limitado a ocupar pesebres en cajas de ahorros que han contribuido a arruinar y donde han recibido anualmente centenares de miles de euros. Ahora en el colmo de la desvergüenza de décadas, en una economía destruida, en no escasa medida por su comportamiento, estos dos mismos sindicatos convocan una huelga general política. Evidentemente, no se puede esperar que los liberados sindicales llame a nadie a trabajar, pero sería de agradecer que no estorben a los que con su esfuerzo intentan levantar una economía cadavérica. Una vez más los dirigentes de UGT y CCOO demuestran que ni tienen vergüenza ni saben cómo tenerla, pero por añadidura han dejado de manifiesto otra vez que están gravemente ciegos y digo esto, porque si el sistema se desploma, también se van desplomar sus privilegios.
Por otro lado esta semana se volvió hablar del nacionalismo catalán y su espíritu independentista pese al fracaso de la gira de Artur Mas por tierras rusas y las advertencias de la UE de que una Cataluña independiente no tiene cabida dentro de la Unión. Y la verdad de que los españoles ya empezamos a estar más que hartos del independentismo, de su despotismo y sobre todo de su hipocresía. Esa hipocresía llega a afirmar que Cataluña es humillada cuando la realidad, es que Cataluña se mantiene a costa de saquear al resto de España. Esa hipocresía lleva a afirmar de que Cataluña es mal tratada, cuando es Cataluña la que ha maltratado y maltrata a regiones como Valencia, Murcia y Andalucía negándoles el agua, como Castilla y León destrozando el archivo de Salamanca, como Aragón negándose a devolver el patrimonio artístico que le ha robado de las parroquias o como Madrid que tiene que pagar sus despilfarros. Esa hipocresía les lleva a afirmar que la independencia de Cataluña no solo es posible, sino que implicará la permanencia automática en la UE, cuando sucede exactamente todo lo contrario. Pues ya está bien de hipocresías que siempre están amenazando con marcharse. Que se marchen, que nos libraríamos de una carga que cada vez se fue haciendo más insoportable. Que se vayan y se lleven sus televisiones autonómicas y sus embajadas fantasmagóricas en el extranjero y su odio y su resentimiento. Que se vayan y se lleven sus insultos, sus mentiras y su hipocresía. Que se vayan y que aprendan que fuera de España son todavía menos que Eslovenia o Montenegro. Que se vayan y disfruten de una independencia que millones de españoles deseamos porque estamos hartos de su rapacidad y su hipocresía. Que se vayan y que nos libren de su cercanía, porque como sucede con los sepulcros blanqueados, a veces su aspecto externo puede parecer hasta pasable, pero por dentro no dejan de estar podridos.
García MOLINA
La semana: Pues como siempre hemos tenido de todo un poco aunque permítanme destacar una imagen que nos sobrecogió a todos. En la capital de España, en "Madrid Arenas" cerca de 10.000 jóvenes celebraban la fiesta de Holleween y a decir verdad hay mucha diversidad de opiniones si había más o menos concurrencia de la permitida, si había menores, si no había los guardias de seguridad de los que legalmente se reglamentaba y, no cabe duda de que todo eso es una excusa que olvida un principio fundamental, es decir, tenemos una gran parte de la juventud a la que no se ha educado ni en la moderación, ni en la mesura, es decir, se han educado en la falta de respeto a los profesores, a la autoridad, a los mayores y así sucesivamente, es más si tienen una queja contra algunos de estos colectivos, no hay quien duda en poner la denuncia correspondiente. Los padres tienen el derecho y la obligación de ejercer en todo momento la autoridad sobre sus hijos, para protegerlos del alcohol, de la droga y del sexo sin sentido. No todo está permitido. A mí no me vale eso de que no puedo prohibir porque los demás no lo hacen. Hay un principio y no se puede ser indiferente. Y si el mundo está como está es por la blandura o indiferencia de los llamados buenos que se dan cuenta demasiado tarde, por lo tanto no es de extrañar que cuando los jóvenes llegan a casa y sus padres les oyen dar la vuelta a la lleve en la puerta a altas horas de la madrugada respiren tranquilos, hoy la juventud se mueve en estas derivadas con las consecuencias, a veces trágicas, como la de esta semana en Madrid pero que no es ajena, a lo que sucede muchos los fines de semana en las carreteras de España.
Por otro lado esta semana también se habló de la huelga que están preparando los sindicatos mayoritarios para el próximo 14 de noviembre, una huelga donde el sindicato de funcionarios y el comercio de Madrid dicen que no van a secundar, sin embargo los sindicatos mayoritarios siguen en su línea, con las graves consecuencias que para la imagen de España va tener esta huelga general. Y la verdad que pocas instituciones a resultado tan dañinas para la economía española y para los trabajadores que los sindicatos UGT y CCOO. Durante décadas ambas organizaciones sindicales se han convertido en parte una casta parasitaria que no aportó nada bueno a la sociedad y que sin embargo ha recibido de ella decenas de millones de euros, valiéndose de pretextos mundanos como la ley de la memoria histórica o de una injusta y arbitraria ley sindical, ambos sindicatos recibieron cantidades de dinero ampulosas del presupuesto, que nunca deberían de destinarse a ellos, por la sencilla razón de que esas cantidades salían del bolso de todos los españoles. Pero si lo anterior fuera poco, los centenares de miles de liberados, también pagados con dinero que sale de nuestros bolsillos, nunca han sido un ejemplo de laboriosidad y en no pocas ocasiones se han limitado a ocupar pesebres en cajas de ahorros que han contribuido a arruinar y donde han recibido anualmente centenares de miles de euros. Ahora en el colmo de la desvergüenza de décadas, en una economía destruida, en no escasa medida por su comportamiento, estos dos mismos sindicatos convocan una huelga general política. Evidentemente, no se puede esperar que los liberados sindicales llame a nadie a trabajar, pero sería de agradecer que no estorben a los que con su esfuerzo intentan levantar una economía cadavérica. Una vez más los dirigentes de UGT y CCOO demuestran que ni tienen vergüenza ni saben cómo tenerla, pero por añadidura han dejado de manifiesto otra vez que están gravemente ciegos y digo esto, porque si el sistema se desploma, también se van desplomar sus privilegios.
Por otro lado esta semana se volvió hablar del nacionalismo catalán y su espíritu independentista pese al fracaso de la gira de Artur Mas por tierras rusas y las advertencias de la UE de que una Cataluña independiente no tiene cabida dentro de la Unión. Y la verdad de que los españoles ya empezamos a estar más que hartos del independentismo, de su despotismo y sobre todo de su hipocresía. Esa hipocresía llega a afirmar que Cataluña es humillada cuando la realidad, es que Cataluña se mantiene a costa de saquear al resto de España. Esa hipocresía lleva a afirmar de que Cataluña es mal tratada, cuando es Cataluña la que ha maltratado y maltrata a regiones como Valencia, Murcia y Andalucía negándoles el agua, como Castilla y León destrozando el archivo de Salamanca, como Aragón negándose a devolver el patrimonio artístico que le ha robado de las parroquias o como Madrid que tiene que pagar sus despilfarros. Esa hipocresía les lleva a afirmar que la independencia de Cataluña no solo es posible, sino que implicará la permanencia automática en la UE, cuando sucede exactamente todo lo contrario. Pues ya está bien de hipocresías que siempre están amenazando con marcharse. Que se marchen, que nos libraríamos de una carga que cada vez se fue haciendo más insoportable. Que se vayan y se lleven sus televisiones autonómicas y sus embajadas fantasmagóricas en el extranjero y su odio y su resentimiento. Que se vayan y se lleven sus insultos, sus mentiras y su hipocresía. Que se vayan y que aprendan que fuera de España son todavía menos que Eslovenia o Montenegro. Que se vayan y disfruten de una independencia que millones de españoles deseamos porque estamos hartos de su rapacidad y su hipocresía. Que se vayan y que nos libren de su cercanía, porque como sucede con los sepulcros blanqueados, a veces su aspecto externo puede parecer hasta pasable, pero por dentro no dejan de estar podridos.
García MOLINA
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