domingo, 27 de octubre de 2013

Comentario editorial del 27-10-13

COMENTARIO EDITORIAL DEL 27-10-13

La semana: Pues como siempre de todo un poco, los asuntos ya generalizados que se centran en la economía, las cifras del paro, los cotizantes a la seguridad social, los robos de los políticos, a los que últimamente se suman los sindicatos, eso no quiere decir que antes no robasen, solo que ahora lo hacen de forma más exagerada y un buen ejemplo lo tenemos en los ERES de Andalucía, pero esta semana han sido dos noticas las que han pulverizado y cabreado la opinión pública, aunque era algo que se estaba pregonando a voces.

El Tribunal  Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo ha decidido cargarse la conocida Doctrina Parot. Si la analizamos dentro de un contexto más amplio que el de una simple resolución judicial, según dicen los diferentes analistas, ese contexto no es otro que el mal llamado "proceso de paz" que puso en marcha Zapatero nada más llegar a La Moncloa y que Rajoy no solo heredó en el 2011, sino que no ha hecho nada para modificar  "la hoja de ruta pactada con ETA"  por su antecesor. Digo esto porque ese "proceso de paz" por mucho que se empeñen los unos y los otros está más vivo que nunca y me explico: Un día el Tribunal Constitucional  con el gobierno del POSE legaliza a Sortu; otro, el Gobierno del PP pone en libertad a Bolinaga, porque solo le quedaban 15 días de vida, estaba más muerto que vivo y lleva año y medio bebiendo vinos y paseándose por las calles de su pueblo. Se conceden permisos penitenciarios a etarras tan sanguinarios  como Lasarte. Otro día nos desayunamos con la sentencia del "Caso Faisán". Y ahora la derogación de la Doctrina Parot, con la consiguiente puesta en libertad de hasta casi 140 miembros de ETA, sin contar los violadores y otros asesinos.  La ETA de los comandos ha sido derrotada por el trabajo  durante muchos años de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Pero la ETA política está más fuerte que nunca. Es la segunda fuerza política en el Parlamento vasco, gobierna la Diputación Foral de Guipúzcoa, el Ayuntamiento de San Sebastián y un buen número de consistorios en el País Vasco y en Navarra. Y en el Congreso de los Diputados, a través de la coalición Amaiur, tiene siete escaños. Esto es la realidad y quien lo niegue está ciego o no quiere ver. Que es lo que se está pasando al Gobierno de Mariano Rajoy.

Por otro lado esta semana volvió haber una nueva huelga en la enseñanza. Desde luego, si en España disfrutáramos de una enseñanza decente, la implantación de la Lomce justificaría huelgas, algaradas, encierros, manifestaciones y  hasta desobediencia civil. Pero todos sabemos que la situación no es esa. El nivel de la enseñanza en España ha ido bajando sin parar desde  los años 90 del siglo pasado, como lo demuestras los diferentes informes de PISA.  Pero la "ley Wert, no va acabar con la basura existente. Y no lo va a hacer por dos razones: la primera, porque su articulado asume bastantes de los grandes principios de las leyes anteriores, es decir, la Lomce es un paripé en el que no cree ni el propio ministro, que se las ha tragado dobladas durante la elaboración. Y la segunda, porque un Gobierno que es incapaz de hacer cumplir las leyes ya existentes, es decir,  que los españoles puedan escolarizarse en español, ¿cómo piensa aplicar esta, que ya varios Gobiernos autonómicos han anunciado que van a desobedecer?  La Ley Wert es mala por corta. La Ley Wert, tenía que empezar limpiando la gentuza  que hay en  los institutos y universidades que lo único que les interesa es seguir creando burros fáciles de manipular, no hace falta ser muy inteligente para ver las consignas que proclaman en las manifestaciones, los alumnos van a  ellas porque es motivo de fiesta, no ir a clase y después ir a tomar algo con los colegas. Eso sí, los que quieren acudir a clase a esos hay que complicarles la vida, son unos empollones, unos fascistas, unos fachas, unos  esquiroles. La verdad que a la vista de los  informes de PISA  ver en la calle a parte de nuestra juventud gritando y vociferando,  uno no puede de dejar de pensar que son simples marionetas  en manos de una Izquierda radical y revolucionaria.

García MOLINA

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