COMENTARIO EDITORIAL DEL 16-02-14
La semana: pues como siempre hemos tenido de todo un poco, comenzábamos con la resaca de las declaraciones de la Infanta de España en los juzgados de Palma de Mallorca y todo el circo mediático que hubo a su alrededor. Evidentemente todos los analistas políticos tanto de izquierda como de derechas, llegaron a una misma conclusión: "Los españoles no somos iguales ante la ley". El juicio que no fue grabado en video por orden del juez, privó a toda España de ver la cara de la Infanta cuando el Juez le presentaba una a una, las 437 facturas y recibos, muchas de ellas con su firma, que demostraba que esta señora, la hija menor del Rey había gastado el dinero de Aizón robado de Nóos, que es robado, ya que es una entidad sin ánimo de lucro, y además saqueaba fondos públicos. Solamente en Palma de Mallorca y en Valencia, 5,9 millones de euros. No cabe duda de que el juicio de la Infanta ha sido todo un trato de favor lo que demuestra lo infectada que esta la justicia en este país.
Por otro lado esta semana también tuvo su resaca la entrega de los premios del cine, a la que el Ministro de Cultura no acudió, además con muy buen criterio, para que no lo insultasen delante de sus propias narices. Y la verdad es que no hay año en el que la Gala de los Goya no olvide su auténtico objetivo, que es premiar el cine español, para convertirse en un lamentable foro mitinero del más bajo nivel, tanto político como intelectual, en el que la elite de este privilegiado sector da rienda suelta a sus más bajos instintos progres. Conviene recordar que la tragedia del cine español no está en la delicada situación que atraviesan los cineastas, sino en que los españoles nos vemos obligados a sufragar su actividad con los impuestos que el Gobierno de turno nos pone. El cine español es, hoy por hoy, el arte del trinque, un atropello orquestado por profesionales paniaguados y políticos populistas y acomplejados. Que directores, productores y actores ganen millones a costa del dinero de los demás es una desfachatez, y por eso carecen de autoridad moral para dar lecciones de nada.
Por otro lado esta semana también se habló de la emigración y de la actuación de la Guardia Civil en Ceuta. Voy a ser práctico, voy a decir lo mismo que decía el pasado domingo, porque de todo lo que se habló y escribió sigo pensando que la Guardia Civil cumple con su trabajo. La Guardia Civil lo que hace es evitar que entren ilegalmente en España, cosa que es su trabajo y su función. Y eso es por lo que esta protestando una parte de la ciudadanía e incluso el Parlamento europeo, no he visto a nadie protestar cuando los ilegales entran en coches como camicaces, en motos, o con adoquines y palos insultando e intentado a porrear a las fuerzas de seguridad. ¿Es eso lo normal? La verdad que en este país no se sabe lo que es normal.
García MOLINA
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