lunes, 2 de febrero de 2015

Comentairo editorial del 01-02-15

COMENTARIO EDITORIAL DEL 01-02-15

La semana: Pues como siempre hemos tenido de todo un poco, pero han sido varios los frentes que han sido  noticia en los medios de comunicación, y que cualquiera de ellos valdría para hacer este comentario editorial. Desde Andalucía nos llega el adelanto de las elecciones autonómicas, dice Susana Díaz  que no se siente apoyada por IU, sin embargo la coalición de izquierdas nos dice todo lo contrario. Lo que está claro es que la presidenta Andaluza sabe que no puede esperar a terminar la legislatura, digo esto, porque en unos momentos en que el PSOE está a la baja, o mejor dicho a la greña y con una izquierda populista en ascenso, puede suceder de todo, de hecho es, que hoy publica el diario El Mundo una encuesta donde dice que tendrá que pactar si quiere gobernar, y claro pactará con el PP no va volver a las andadas porque entonces si  puede perder el pastel del que se lleva comiendo muchos años.

Por otro lado también podíamos hablar de la concentración de "Podemos" ayer   en Madrid, como siempre las cifras de los más variado, lo que sí está claro es que no vimos otra cosa que no fuesen banderas republicanas, griegas  y del mundo Gay, desde luego españolas pocas, por no decir ninguna. Pablo Iglesias compara la llegada de  Podemos con el levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra los franceses y con la II República.  La verdad que yo creo que el señor Iglesias mezcla todo. El 2 de Mayo de 1808 el pueblo de Madrid se alzo en armas contra unos extranjeros que querían secuestrar al legitimo heredero de la corona española y nombrar un rey francés, el golpe de estado por el que se instauro la II república en España fue en el 1931, golpe de estado que fue contestado en 1936 por un pueblo que forzó al ejercito a salir de los cuarteles y parar las masacres a las que estaban siendo sometidos los españoles que no comulgaban con haber entregado nuestra soberanía a la Unión Soviética.

Por otro lado y como anunciábamos el pasado domingo, el ganador de las elecciones griegas ha sido el partido de la ultra-izquierda Syriza. Desde el pasado lunes Grecia tiene un nuevo gobierno con Alexis Tsipras a la cabeza, que anunció y ya tomó una serie de medidas que, bajo mi modesto entender, difícilmente podrá sacar adelante. La consigna repetida por Syriza y la de distintos medios de comunicación es la de culpar a la austeridad de los males económicos de la UE en general y los de Grecia en particular, pero la realidad es muy diferente. La responsabilidad de esta situación ha nacido del robo a espuertas llenas, la corrupción y el gasto descontrolado. La democracia griega se ha caracterizado desde hace décadas por un elevado grado de corrupción tanto de socialistas  como de la derecha que han endeudado a la nación y han gastado irresponsablemente, creando masas de funcionarios sin necesidad y financiando castas privilegiadas que incluían a los partidos, los sindicatos, la Iglesia Ortodoxa o los armadores. Todo ello llevó a un gasto económico más que previsible y  que cualquiera con dos dedos de frente  puede entender. Incluso después de que la denominada Troika acudiera al rescate de Grecia tanto la izquierda como la derecha intentaron mantener el sistema de castas privilegiadas que ya existía. No redujeron la deuda. No redujeron el tamaño del Estado. No redujeron el número de funcionarios inútiles y por añadidura, subieron los impuestos y para dar la impresión de que cumplían con las condiciones impuestas para el rescate, recortaron en las partidas del gasto público de los que más lo necesitan. El resultado no fue una política de austeridad, que jamás ha existido, sino que se agudizó en un sistema de castas privilegiadas, que no solo se han mantenido sino que aumentaron sus privilegios a costa de los que no se pueden defender. Desgraciadamente la receta de Syriza implica profundizar en esos errores con alguna excepción como es acabar con los privilegios de la Iglesia Ortodoxa, muy inferiores a los que disfruta la Iglesia Católica en España. El programa de Syriza solo constituye un aceleramiento hacia una pobreza generalizada, hasta ahora la izquierda  y la derecha habían caminado juntas hacía la miseria. Syriza corre hacia esa miseria. Subir impuestos, aumentar el gasto público, crear más plazas de funcionarios, solo sirve para estrangular más una economía moribunda, aumentar el desempleo y terminar de hundir a la nación  y si ese es el panorama de Grecia imaginémonos el que puede llegar a ser en una España donde 17 CCAA, con Cataluña, como siniestra cabeza, gastan como estados, donde los impuestos son los más altos de Europa y subirán este año,  el próximo y el siguiente, donde la Iglesia Católica disfruta de más prebenda que la Iglesia Ortodoxa en Grecia, donde hay representantes de los terroristas en las instituciones, donde los ciudadanos están pagando las quiebras de Cajas y bancos, donde la deuda supera 100% del PIB gracias a Montoro y donde ya se produce una hemorragia de cerebros y empresas hacia el extranjero porque la situación se les ha hecho insoportable. La realidad es la que es y nadie puede cometer el error de negarla y, es lo mismo lo haga Alexis Tsipras o Mariano Rajoy, y es que por muy buenas que sean las intenciones lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.

García MOLINA

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