domingo, 8 de febrero de 2015

Comentario editorial del 08-02-15

COMENTARIO EDITORIAL DEL 08-02-15

La semana: Pues como siempre de todo un poco, y aunque los informativos tanto de prensa, como de radio o televisión abrían sus portadas con la información meteorológica, hubo otras muchas noticias que acapararon la atención de todas las tertulias de radio y TV. Y es que esta semana hemos conocido el informe del CIS, es decir, una encuesta donde nos dice que si en estos momentos hubiese elecciones el partido más votado sería PP seguido de Podemos y relegando a la tercera fuerza política al PSOE, y al no tener ninguno una mayoría, cualquier pacto puede ser posible. La verdad que este partido que hace un año nadie sabía nada de él, como siga en esa línea ascendente, cuando sean las elecciones tendrá una holgada mayoría, como así lo dice hoy una encuesta del diario El País,  aunque su discurso y su procedencia sean un tanto patéticos. La verdad que el PSOE tendría que hacer un cambio radical. Si no fuesen los atentados del 11 de Marzo, posiblemente ZP no llegaría al poder, pero esa victoria, a diferencia de lo sucedido con Felipe González no lo moderó, por el contrario lo lanzó por una vía del radicalismo que marcó al partido trágicamente, que descolocó a millones de españoles y, que a pesar de todo, entregó no pocos beneficios a la casta privilegiada, ahora en la peor situación, desde hace más de tres décadas, el PSOE corre el riesgo de convertirse en un partido marginal como IU. En términos generales el PSOE lleva más de una década en la que no ofrece nada, salvo ataques, alguna vez más que justificados, contra el PP y guiños a lobbys  como el Gay o el feminismo, pero eso no basta para ganar elecciones y sobre todo no basta para dirigir una izquierda que se está pasando de manera masiva a PODEMOS. El partido socialista es culpable de su situación, está recogiendo el fruto de las acciones de los Rodríguez Zapatero, las pajines, las Bibianas y los Zerolos que lo alejaron de la social democracia, para convertirlo en una formación de propuestas ridículas cuando no dañinas, ahora solo falta ver si logra remontar la situación en la que se encuentra, o lleva camino de desaparecer como sucede en Grecia.


Por otro lado esta semana también se habló de algo que era evidente, a pesar de llevar semanas negándolo,  el número tres de Podemos, Monedero, se ha visto obligado a admitir que, efectivamente, cometió fraude fiscal al tributar a través del Impuesto de Sociedades unos ingresos que correspondían a IRPF, ahorrándose con ello una considerable suma de dinero. La verdad que el grado de desfachatez y desvergüenza que han exhibido Monedero y sus socios sobre este asunto es difícilmente superable por varios motivos. En primer lugar, porque buena parte del discurso económico de Podemos se ha centrado en denunciar el fraude fiscal que existe en España y los, en teoría, bajos impuestos que pagan las rentas altas y las grandes fortunas, apostando así por un nueva, generalizada y confiscatoria subida tributaria al conjunto de españoles. Sin embargo, a la hora de la verdad, cuando es a ellos a quienes se les toca el bolsillo, sus populistas soflamas quedan reducidas a la nada. Pero si grave es esto,  lo es aún más la chulería y prepotencia que han exhibido, tanto Monedero como su jefe,  a la hora de negar, por activa y por pasiva, la existencia de la más mínima  irregularidad fiscal.  La verdad que si Podemos llega al poder, será la primera vez que la mafia puede echar a la casta del Gobierno. Entre la casta que hay y la mafia que llega, pues no sé casi me quedo como estoy.

García MOLINA

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