lunes, 9 de abril de 2018

Comentario editorial 08-04-18

COMENTARIO EDITORIAL DEL 08-04-18

 

La semana: Como siempre hemos tenido noticias de todo y podríamos hablar del Master de Cifuentes, que algo tendrá que ver la universidad, esa universidad habría que cerrarla por entregar aprobados sin examinarse, podíamos hablar de las imágenes que esta semana nos mostró la Casa Real, en fin que hay muchas cosas de las que poder comentar en este editorial, pero lo  que más cabreó a todos los españoles, o mejor dicho a la mayoría ha sido la decisión de la justicia alemana de dejar libre al golpista Puigdemont. Aunque a decir verdad y a la vista de cómo se mueve este Gobierno cabría hacernos la siguientes preguntas ¿se ha hecho el esfuerzo necesario para explicar a nuestros socios europeos lo que de verdad ha ocurrido en Cataluña? ¿Se explicó a nuestros socios europeos lo que supone el golpe separatista y la colección de delitos cometidos por Puigdemont y sus aláteres desde mucho antes del 1-O?

Planteo estas cuestiones, porque un Juez de provincias alemán, o de cualquier otro país, le debe de resultar muy complicado entender cómo puede ser un delito gravísimo convocar un referéndum cuya celebración el propio Gobierno español no impide e incluso financie, y tras el cual tarda varias semanas en sustituir a sus responsables.

Como igualmente incomprensible debe resultar para un juez alemán que, tras destituir a los golpistas, ese mismo Gobierno convocase inmediatamente unas elecciones y  permitiese presentarse a las mismas a los presuntos delincuentes, y menos aún que incluso se llegase a decir que se veía "con buenos ojos" que el propio Puigdemont fuese candidato a ocupar el mismo cargo desde el que se supone ha delinquido.  

Del mismo modo que es muy difícil convencer a un tribunal alemán, belga, suizo o de cualquier otro sitio que a ese ciudadano europeo al que acusas ahora de ser un peligroso delincuente lo has dejado circular con total libertad y le has permitido protagonizar una fuga con ribetes de tragicomedia.

Y como, finalmente, no hay forma de entender, sea o no un juez de una audiencia regional alemana, que con el desafío independentista a todo tren desde el año 2012 en España no haya habido un gobierno capaz de incluir en la legislación un delito que encajase de una forma más clara  las actuaciones separatistas, como lo tienen la inmensa mayoría de los países de nuestro entorno, al considerar un delito grave el intento de quebrar la unidad nacional. Y si no querían hacer eso, pues recuperar el delito de convocatoria de un referéndum ilegal que Zapatero retiró del Código Penal en un gesto más para pastelear con el separatismo.

Un pasteleo y una inacción que son, en el fondo, lo que nos ha llevado a lo ocurrido este jueves en Alemania, después de que el Gobierno español lleve años esperando que sea la Justicia la que asuma el coste político de las decisiones que él mismo no ha sido capaz de tomar, y es prácticamente  imposible hacerle entender eso a un juez en otro país al que, además, lo que le está llegando masivamente es la versión separatista de los hechos.

Espero y deseo que a esta incapacidad del Gobierno no haga inútil la valiosa y valerosa reacción de la Justicia, la Corona y tantos y tantos españoles que han despertado su conciencia nacional tras lo ocurrido en Cataluña y han hecho frente, por fin, a una agresión separatista que llevamos ya muchos años sufriendo.

García MOLINA


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