lunes, 11 de marzo de 2019

Comentario editorial del 10-03-19

Comentario editorial del 10-03-19

La semana: como siempre de todo un poco, aunque como ya estamos en campaña electoral y fíjense todo lo que  falta, pues hay comentarios, encuestas y promesas de todo tipo, claro que desde el Gobierno todos los viernes aprueban nuevas reformas vía decreto Ley. La verdad que no sé de dónde va salir tanto dinero para sacar adelante todo lo que proyecta, además con una particularidad, que es un Gobierno en funciones, ¿Qué va suceder si Sánchez no es el próximo Presidente del Gobierno?

Esta semana y, con diferentes actos en toda España  se celebró el Día Internacional de la Mujer, que si algo ha demostrado es que la izquierda, una vez más, se ha apoderado de una bandera, en este caso la mujer, como en su día fue la paz o el medio ambiente, para tratar de vender su mísero e inmoral programa político a la opinión pública. Lo triste es que haya partidos que, sin comulgar con esas ideas, hayan caído en su burda trampa electoralista. El 8 M no es ni más ni menos que un gran acto de propaganda urgido por el PSOE, Podemos y sindicatos, como hemos visto en el manifiesto oficial de la manifestación, la organización urgida desde el propio Gobierno o la retahíla de soflamas políticas lanzadas durante la jornada del viernes.

Ante tanto despropósito visto en las concentraciones, yo hoy quiero dar las gracias a todas esas mujeres que con sueldo o sin él han cuidado de mujeres y hombre a lo largo de la historia.

Quiero dar las gracias a todas esas mujeres que eligieron cuidar de su marido y de sus hijos como la ocupación más importante de su vida.

Quiero dar las gracias a todas esas mujeres que llegaron a sus puestos de trabajo por meritos propios y no por cuotas.

Quiero dar las gracias a todas esas mujeres que siguen viendo a los hombres, padres, hermanos, maridos o hijos con amor y no con odio.

Quiero dar las gracias a todas esas mujeres que siguen creyendo en el amor romántico.

Quiero dar las gracias a todas esas mujeres que no consideran que ser groseras o sucias las convierte en más mujeres  y feministas.

Quiero dar las gracias a todas esas mujeres que no están dispuestas a que las estigmaticen porque no son anticapitalistas o ecologistas, al estilo del club de Roma.

Quiero dar las gracias a todas esas mujeres que ven con repulsión dejar correr la sangre menstrual, como algo reivindicativo.

Quiero dar las gracias a todas  esas mujeres que ansía el fin de la violencia doméstica, lo mismo si se ceba sobre las mujeres, que sobre los hombres, ancianos o niños.

Quiero dar las gracias a todas esas mujeres que abominan de la presunción de inocencia y de la igualdad ante la Ley contra los hombres.

Quiero dar las gracias a esas mujeres que creen en un futuro con hijos que tengan un padre y una madre.

Quiero dar las gracias a todas las mujeres que no se van a dejar lavar el cerebro por las presiones de feministas, que viven del dinero que hacienda expolia a los contribuyentes.

Quiero dar las gracias a todas esas mujeres que quieren educar a sus hijos y no permitir que los adoctrines en las aulas, como si viviesen en un estado totalitario.

Quiero dar las gracias a todas esas mujeres que siguen a nuestro lado contra viento y marea y lo hacen, además, aunque las insulten, amenacen o las coaccionen.

A todas ellas gracias, ellas si se merecen el nombre bello y hermoso de mujer.

García MOLINA


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