domingo, 12 de enero de 2020

Comentario editorial del 12-01-2020

COMENTARIO EDITORIAL DEL 12-01-2020

 

La semana: Sin lugar a dudas lo más nombrado, lo que más acaparó los medios de comunicación fue la votación, ajustada, que nombra al socialista Pedro Sánchez Presidente del Gobierno de España, y que días después prometió su cargo ante un ejemplar de la Constitución, pero sin crucifijo ni Biblia. Sea como fuere, sus alardes laicistas no tienen la más mínima importancia comparados con el embrollo que tiene planteado, es decir, cómo guardar lealtad al Rey y cumplir y hacer cumplir la Constitución y, al mismo tiempo, satisfacer las promesas que ha hecho a las formaciones republicanas de extrema izquierda, a los golpistas catalanes y a los proetarras vascos que, entre insultos a Felipe VI, le auparon al poder y que exigen a cambio la ruptura, todo lo disimulada que se quiera, del orden constitucional.  De ahí que en el dialogo informal con el Rey, éste, en referencia a la ceremonia, comentó "Ha sido rápido, simple y sin dolor" para acto seguido añadir: "El dolor viene después".

 

¿Por qué dijo esto el monarca? La verdad que subirse a lomos de un tigre como lo ha hecho este capo socialista para mantenerse en el Poder puede ser, ciertamente, algo "rápido, simple y sin dolor", lo que ya resulta más lento, complicado y doloroso será mantenerse en la grupa de la bestia y dominarla, aunque como siempre, el que peor lo va tener va ser el ciudadano español, en manos de un hatajo de comunistas, proterroristas y golpistas comandados por el fraudulento doctor Sánchez. Vaya nivel.

 

Pero si ya hubo problemas para formar la configuración del Gobierno, eso no es nada comparado con los quebraderos de cabeza que le van a dar a Sánchez los golpistas de ERC que ya le han amenazado con "bloquear" su gobierno si no acepta negociar la autodeterminación y la amnistía. Y para que hablar de las amenazas de los proetarras de Bildu, que Sánchez, sin vergüenza, ha abrazado como legítimos compañeros de viaje.

 

Paralelamente a esto está el problema con Cataluña presidida por un inhabilitado,  o para cumplir con los límites de déficit de una Unión Europea

que no va estar dispuesta a envilecer la moneda única para satisfacer a un Gobierno manirroto. Con todo esto, que nadie caiga en el error de creer que este doloroso panorama condena a Sánchez a presidir sobre una legislatura muy corta, casi efímera: la desfachatez y la falta de escrúpulos del personaje pueden perfectamente llevarle a agotar el mandato, para desgracia de los españoles.

 

García MOLINA


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