Comentario editorial del 08-12-13

COMENTARIO EDITORIAL DEL 08-12-13

La semana: Pues como siempre de todo un poco, hemos conocido los datos del paro, que según los entendidos  para ser el mes de noviembre no son del todo malos, sin embarco la paradoja está en  el número de cotizantes a la SS que según nos dicen se encuentra en caída libre y eso no deja de ser preocupante, sobre todo si sabemos que para pagar la extra de diciembre el Gobierno ha tenido que sacar 5.000 millones del Fondo de Reserva de la Seguridad Social y ya nos están anunciando que para el 2014 registraran un agujero de 18.000 millones. Y la verdad que yo siempre entendí que el sistema de pensiones se basaba en lo que cotizabas para garantizar tu pensión, es decir, si no tienes cotizados tus derechos, no tienes pensión, es decir, había un fondo creado por el mismo perceptor, por lo tanto nunca se cogía del que trabaja en la actualidad para pagar al que trabajó y cotizó para sí mismo. Así es el origen del sistema. Pero ¿qué es lo que sucede ahora? Pues que estos fondos se utilizaron para otros menesteres al capricho del gobernante de turno. Y todo gobierno lo tapa para poder justificar su derroche. Muchas peleas entre ellos, mentir sobre el paro, pero aparte de que  nadie devuelve lo robado, cada vez el poder adquisitivo de los pensionistas es menor, más precariedad en las familias y así sucesivamente.

Por otro lado esta semana hemos conocido el informe PISA, que realiza a OCDE cada tres años y traza de nuevo un retrato devastador del sistema educativo español y pone en evidencia las lagunas de formación en materias troncales como las matemáticas, la lengua y las ciencias.  Pero este informe no solo habla de los malos resultados en las asignaturas antes mencionadas sino que desvela un alto porcentaje de alumnos regazados, un elevado número de estudiantes que repiten, un elevado número de falta de puntualidad  y ya no digamos nada los que habitualmente hacen novillos.  La verdad que debería de caerles la cara de vergüenza  a las autoridades educativas, a los profesorados, en definitiva debería de caerles la cara de vergüenza a todos los estamentos relacionados con la enseñanza. Pero me da la sana impresión de que esto no es así, hace una  semana se aprobó en el Congreso la nueva Ley de Calidad de la Enseñanza con el rechazo de todos los grupos políticos exceptuando el partido del Gobierno. Ello demuestra la calaña de nuestra clase política, que sigue considerando la educación como un terreno de enfrentamientos ideológicos.  Y no, como debería de ser de consenso. Así nos va.

García MOLINA