Comentario editorial del 06-04-14

COMENTARIO EDITORIAL DEL 06-04-14

La semana: pues como siempre hemos tenido de todo un poco, podríamos hablar de que bajó el  paro en el mes de marzo y la subida de cotizantes a la seguridad social, que parece que empiezan a verse algún atisbo de mejora. Podíamos hablar de que la prima de riesgo ha bajado de forma considerable. Podíamos hablar de la bolsa, que parece que vuelve a coger fuerza. Podíamos hablar del libro de Pilar Urbano, donde habla de la implicación del Rey en el 23 F. Podíamos hablar de la ex–presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, que paró en el carril bus a sacar dinero del cajero y la multaron y se escapó después de tener una trifurca con los policías… menos mal que no estaba en Cataluña sino los Mosos de Escuadra la podían haber liquidado. Podíamos hablar del informe PISA que vuelve a ser demoledor para España. Podíamos hablar de las declaraciones del presidente de Coca-Cola que dice que el ERE de la empresa acaba con liberados que trabajan 13 días al año y cobran 110.000 €. Podíamos hablar del anteproyecto de la Ley orgánica del Poder Judicial, que suma más aforados, como son la Reina y los Príncipes, eso demuestra que en este país no somos todos iguales ante la ley, no nos puede juzgar los mismos jueces a unos u otros.    En fin que podríamos hablar de infinidad de asuntos que han polarizado la atención de todos, que fue de lo que más se habló y escribió en los medios de comunicación.

Pero permítanme detenerme con el nuevo desaire que se da a las víctimas  del terrorismo. Como sabemos esta semana tenía que declarar Josu Bolinaga, secuestrador de Ortega Lara y condenado por matar a tres Guardias Civiles e investigado por  matar a otro. Este angelito que nos dijeron que fuera puesto en libertad porque se estaba muriendo, lleva cerca de dos años vivo, coleando y bebiendo vasos de vino por las tabernas de Mondragón.  ¿Cómo se puede consentir esto? Los políticos no dicen: "se van a podrir en la cárcel" y ya ven tiene poco más que un resfriado y los mandan a su casa. Ahora el juez dice que el arresto es domiciliario. Yo me pregunto, quien lo va vigilar, ¿los policías del caso Faisán? ¿El arresto domiciliario es para que esté más cómodo y celebre sus fiestas en su propia casa? En este país hay que hacer un barrido en toda la casta política y judicial porque se ha perdido la vergüenza y la dignidad a todos los niveles y en todos los ámbitos. Pero llevamos varios domingos diciendo que España con Franco era diferente y ahora también.

García MOLINA