Comentario editorial del 03-04-16

 

COMENTARIO EDITORIAL DEL 03-04-16

La semana: pues como siempre de todo un poco y habría tela más que suficiente para confeccionar  este editorial abordando las más diversas cuestiones. Podíamos hablar de la crisis interna de Podemos, pese a que ellos lo niegan. Podíamos hablar que esa Juez que instruye ahora el caso de los ERES de Andalucía y que es próxima al Gobierno andaluz, que ha archivado las actuaciones penales iniciadas por la juez Alaya contra otros cuatro acusados. Podíamos hablar de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá que ahora perdió la memoria y no recuerda nada de todo lo que se lleva robado desde su ayuntamiento, que si ella no está imputada es porque la aforó Mariano, pero sus compañeros si lo están.  Podíamos hablar de todos los políticos que tenemos en este país, que no son capaces de llegar a un acuerdo para formar Gobierno, con todos los perjuicios que ellos acarrea para la nación, nuestros políticos están anteponiendo sus propios intereses a los intereses de todos los españoles. Hasta incluso podíamos hablar del manifiesto de esos 280 intelectuales catalanes que defienden el catalán como única lengua en Cataluña, la verdad que me gustaría saber el grado de intelectualidad de esas personas, digo eso porque el catalán se habla en Cataluña y punto, el español lo hablamos en el mundo más de quinientos millones de personas. Intelectuales ignorantes. En fin que podíamos hablar incluso hasta del bebé de la Bescansa que el pobre niño está desaparecido, no sé donde lo tendrá su madre, no sé si lo abandonó. Pero hoy me voy a detener brevemente sobre una cuestión que preocupa y que hemos tenido noticia esta semana. El déficit público superó con holgura el 5% en 2015 prácticamente un punto por encima de lo acordado con Bruselas. Las distintas administraciones públicas han gastado unos 10.000 millones más de lo acordado, que ya era mucho más de lo que ingresas. En definitiva y para no aburrir la cifra final es mareante: el estado ha gastado 55.000 millones más de lo que ingresó. El Gobierno que durante toda la legislatura su única preocupación era la gestión económica sobre cualquier otra gestión y como vemos en estos números no supo gestionar la economía y  al poner todos los huevos en esa cesta, abandonó hacer política. Digo esto, porque el Gobierno no ha luchado contra el desafío nacionalista, ni ha corregido el desastre  de la educación, ni las negociaciones con la ETA, ni la ley del aborto, no ha cambiado la disparatada política exterior de Zapatero. Como consecuencia, el PP con una mayoría absoluta, que no volverá a tener en la historia, pasó a asumir como propias o, al menos, dejó intactas, muchas de las banderas que en su día izó el Partido Socialista con Rodríguez Zapatero a la cabeza. Las consecuencias ahí está, el déficit disparado y sin Gobierno.

García MOLINA