lunes, 9 de enero de 2017

Comentario editorial del 08-01-17

COMENTARIO EDITORIAL DEL 08-01-17

La semana: Por fin terminaron las navidades, la festividad de Reyes puso fin a estas fiestas, que la verdad ver a los niños en la cabalgata con los ojos como platos mirando para los Reyes Magos, es algo que ningún mayor deberíamos de perder, pero mañana volvemos a la actividad normal, los niños empiezan al colegio, los no tan niños el Instituto, la universidad, se regresa de vacaciones, etc. Etc.

Y quizás la buena noticia que hemos recibido al comenzar este 2017 han sido los datos del paro que durante el pasado año bajó en 390.000 desempleados, y un aumento de la afiliación superior a los 540.000 cotizantes, la mayor cifra de la última década. Digo esto porque el paro sigue siendo la principal preocupación de los españoles y, por tanto, el primer y más importante problema que sufre el país, ya que su tasa todavía supera el 18% tras casi nueve largos años desde que estalló la crisis económica. Recordemos que en  los primeros años de crisis, la economía nacional llegó a perder más de 3 millones de puestos de trabajo bajo el anquilosado modelo de convenios colectivos que hoy tanto reclaman los partidos de izquierda y los sindicatos. En este sentido, cabe recordar que, según diferentes estudios realizados a este respecto, dicen que  si la reforma laboral se hubiera aprobado en 2008 y no en 2012, se habría evitado la destrucción de casi dos millones de empleos, de modo que el paro se aproximaría hoy al 10% y no al 20% actual. Por lo tanto ahora que se está hablando de las enmiendas a esta reforma, incluso se habla de enmiendas  a la totalidad, solicitado principalmente por los partidos de izquierdas y los agentes sociales,  sería un error del Gobierno de Rajoy si cediese a esas demandas. Digo esto porque cualquier cambio en esta materia se debe de profundizar en la  correcta senda emprendida de mayor flexibilidad y libertad laboral, a imagen y semejanza de otros países donde el paro no es ningún problema. Por lo tanto la pregunta que nos hacemos es obvia, ¿Por qué partidos de izquierdas, y agentes sociales quieren derogar esta  reforma laboral? Evidentemente porque a la izquierda no le interesa  acabar con la pobreza, sino por el contrario, acabar con la desigualdad nivelando por abajo. Es decir, repartir y extender la pobreza a personas que no eran tan pobres antes del ascenso al poder de los izquierdistas. Y es que, en un país próspero en donde no hubiese  pobres, el izquierdismo se quedaría en progresismo ideológico, aunque perdiendo su discurso favorito, es decir,  eres pobre porque hay un rico que te roba el resultado de tu trabajo, pero tranquilo, que yo ya usare el poder del estado para corregirlo.

García MOLINA


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