Comentario editorial del 07-01-18

COMENTARIO EDITORIAL DEL 07-01-18

 

La semana: Como siempre hemos tenido de todo un poco, con dos principales frentes como el asesinato de Diana Quer, de lo cual se habló largo y tendido en todos los medios de comunicación, sobre todo cuando los diferentes analistas comentan "la prisión permanente revisable". Yo pregunto, ¿que tipo de pena hay que dar a gente como el Chicle, el Bretón, el del estilete, el de Ciudad Lineal, el asesino de Marta del Castillo, etc.? ¿Qué condena hay que ponerles? Si opino no les va gustar.

Y un año más volvió a ser protagonista la cabalgata de Reyes. La  cabalgata, según la tradición, conmemora el viaje que, según los Evangelios,  realizaron unos magos siguiendo una brillante estrella para llevar regalos al Niño Jesús, constituyen un espectáculo especialmente pensado para una infancia expectante y ardorosa por recibir sus propios regalos navideños. Con todo, está visto que muchos políticos están empecinados en corromper estos desfiles tan entrañables y convertirlos en una herramienta de adoctrinamiento ideológico para el lavado de cerebro de los más pequeños. Buen ejemplo de ello lo tenemos en la campaña "Recibamos a la cabalgata de Reyes de amarillo", que las Asambleas catalanas,  han lanzado por las redes sociales para que acudiesen  a ver a Melchor, Gaspar y Baltasar con vestimenta de ese color en señal de solidaridad con los líderes del golpe de Estado separatista que si  están en prisión provisional,  es por desobediencia, prevaricación y sedición.

No menos repugnante y bochornosa utilización de esta fiesta infantil de raigambre católica viene haciendo el Ayuntamiento de Madrid desde que está en manos de la abuela  Carmena y su detestable e incompetente equipo de fanáticos. Esta vez  lo que se trataba es el adoctrinamiento liberticida de la ideología de género. Una carroza con la  bandera arcoíris  que llevaba a bordo una drag queen, una cabaretera y una hip hopera que hacían las veces de reinas magas que acompañaban a sus Majestades de Oriente en la cabalgata del distrito del Puente de Vallecas.

Semejante espectáculo,  más propio de un desfile de Orgullo Gay que de una cabalgata de Reyes, ha tenido el respaldo del PSOE que en voz de la representante de la asamblea de Madrid Carla Antonelli, ha dicho que la carroza de marras "constituye una representación más de la diversidad madrileña".

La presencia de una drag queen en una cabalgata de Reyes es tan impropia como lo sería la presencia de unos niños cantando villancicos en un cabaret o la presencia de Darth Vader u otros personajes de sus películas  Star Wars en una procesión de Semana Santa. Pero la impropiedad no es lo más grave aquí, sino la aberrante manía de politizarlo todo. El adoctrinamiento disfrazado de festivo compadreo es repugnante, es vomitivo, de forma especial cuando tiene por objeto a los que menos les pueden hacer frente, es decir, los menores de edad, es decir, los niños.

Pero tampoco es casualidad que usen y abusen de estas practicas tan degeneradas el nacionalismo y el socialismo, que son los grandes artífices del totalitarismo del siglo XX.

García MOLINA