Comentario editorial del 24-06-18

COMETARIO EDITORIAL DEL 24-06-18

La semana: como siempre hemos tenido de todo un poco, pero tres son los frentes con los que  nos hemos encontrado, que hubo más, por una parte el PP ya tiene en marcha a sus aspirantes a conducir un partido que en estos momentos esta descabezado, hay quien habla de renovación y los hay que dicen que va ser Soraya la que esté al frente. Eso no dejará de ser un error, Soraya es Rajoy pero con faldas, es decir, entre otras muchas cosas, cobardía a la hora de gobernar.

 

Por otro lado este fin de semana se volvió salir a la calle en diversas manifestaciones en toda España debido a que La Audiencia de Navarra decretó la libertad provisional para los cinco integrantes de La Manada, condenados a nueve años por abusos en los Sanfermines de 2016. Si su absolución por agresión sexual ya causó rechazo político y social, la decisión adoptada ahora resulta difícil de explicar. Primero porque, aunque en julio vence el plazo máximo de dos años estipulado para la prisión provisional, la ley permite ampliarlo hasta cumplir la mitad de la condena. Y segundo, porque no se entiende que el mismo tribunal que encarceló a los miembros de La Manada antes de la condena y que rechazó hasta en tres ocasiones su excarcelación tras apreciar riesgo de fuga y de reiteración delictiva, ahora acceda a dejarlos en libertad. Alguien me puede decir ¿Qué está sucediendo con la justicia en España?

 

Por otro lado el nuevo gobierno ya nos empezó a decir su plan para financiar el sistema público de pensiones, que una vez más ha tenido que tirar de deuda para pagar en tiempo y forma la extra de los jubilados. El creciente endeudamiento del sector público tiene sus límites, especialmente si se tiene en cuenta que el actual nivel de deuda roza el 100% de PIB.

 

Para pagar las pensiones el plan de los socialistas es subir más los impuestos una estrategia que no solo está condenada al  fracaso, sino que constituye un robo institucional, cuyos efectos negativos golpeará, de una u otra forma el conjunto de los españoles,.

 

El problema de las pensiones en España  no es de ingresos, es de gasto. El envejecimiento poblacional presionará al alza las finanzas del sistema, lo cual, sumado al incremento de las prestaciones con el IPC y la derogación de la reforma aprobada en 2013, situará los gastos en un nivel insostenible por mucho que se suban los impuestos. España tiene que abrir de una vez por todas, un debate serio y profundo acerca del actual modelo de reparto, con el fin de transitar hacia sistemas de capitalización, puros o mixtos, que permitan mantener el nivel de vida de los trabajadores una vez alcanzada la edad de retiro. Mientras no se aborde esta cuestión, los españoles estarán abocados a pagar más y más impuestos para, al final, cobrar una pensión cada vez menor.

García MOLINA