lunes, 27 de mayo de 2019

Comentario editorial del 26-05-19

COMENTARIO EDITORIAL DEL 26-19-05

La semana: Como siempre hemos tenido de todo un poco, pero hoy permítanme detenerme en el espectáculo vivido esta semana en el Congreso de los Diputados, que es la  Sede de la Soberanía Nacional.  No es de extrañar que alguien pudo confundir el hemiciclo del palacio de la carrera de San Jerónimo con el escenario de un teatro en el que se representaba los esperpentos de Valle Inclán. Y no andaría muy descaminado. No solo por el parecido físico con el escritor gallego del diputado Zamarrón, que ejerció como presidente de edad hasta la constitución de la Mesa, sino porque una parte de los diputados parecía más el espectro que refleja un espejo cóncavo que un responsable político.

La nueva presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, se equivocó clamorosamente en su estreno, desbordada por la situación. Bordeando la complicidad y permitiendo la vulneración del decoro parlamentario. Batet consintió que los diputados de EH Bildu y los cuatro presos preventivos separatistas faltaran al respeto a la institución, y por extensión a todos los españoles,  con unas fórmulas de  juramento que no escondían la voluntad expresa de seguir desafiando a la Constitución. Porque ni España es una república ni en ella hay presos políticos, como dice Junqueras, sino presuntos golpistas.

Aunque es consecuencia de nuestro sistema, supone una anomalía inédita en democracia que cuatro diputados electos que están siendo juzgados por el Supremo por rebelión, sedición y malversación decidieran presentarse en una institución que no reconocen, aun sabiendo que mientras que dure el juicio y continúen en prisión estarán suspendidos para ejercer cargo público. Es de una claridad meridiana que su intención no es otra que la de deslegitimar y desestabilizar el normal funcionamiento del Poder Legislativo.

La verdad que lo que se vio esta semana en el Congreso con la formación de la Cámara, no es otra cosa que la degeneración ética, moral, cultural y educativa que hemos llegado. Cuando un personaje de la simpleza de la Sra. Batet llega a presidenta del Congreso es que se ha tocado fondo. Cuando unos presos siendo juzgados por un golpe de estado pueden montar el espectáculo que montaron esta semana, es que se ha tocado fondo. Cuando se permite que el juramento de representación y de lealtad al pueblo soberano se transforma en una soflama  a la que a cada uno se sale de las gónadas, es que se ha tocado fondo. Todo ello demuestra que el modelo del 78 está desvirtuado y acabado. Necesitamos nuevos liderazgos, pero para eso se necesitan líderes y tras 41 años de rodillo solo quedan mediocres.

García MOLINA


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