domingo, 2 de junio de 2019

Comentario editorial del 02-06-19

COMENTARIO EDITORIAL DEL 02-06-19

la semana: La verdad que llevamos siete días con resaca electoral, con comentarios de todo tipo, sorpresas para unos decepción para otros, en definitiva que nunca llueve a gusto de todos, pero lo que debemos de tener claro, es que el resultado de las elecciones del pasado domingo, pueden ser presentadas por los diferentes partidos por su éxito, pero la realidad es que quien ganó en toda regla es el partido socialista, esa circunstancia no puede ser opaca por el hecho de no poder recuperar la alcaldía de Madrid, que perdió hace décadas, o que no pueda consolidar algún gobierno autónomo. La realidad es que el PSOE ganó en 10 de las 12 comunidades que celebraban elecciones, para colmo el PP solo podrá gobernar con el respaldo de Ciudadanos, lo que lo coloca en una situación de máxima precariedad, ya que  Ciudadanos podría apoyar al PSOE dependiendo de los acuerdos que lleguen en el Congreso de los Diputados.

Frente a esta situación de clara victoria socialista se encuentra un PP, que ha recuperado algo de peso político, pero que está sometido a los deseos de Ciudadanos, un partido éste, que no fue capaz de superar al PP y un Vox que entra en la mayoría de las instituciones a las que se ha presentado, pero que ha perdido más de un millón de sufragios y que no será determinante, prácticamente en ningún lugar a la hora de formar Gobierno. Nadie duda de que los resultados de  Vox siguen siendo buenos, pues pasaron de la nada a tener una presencia innegable.

En lo que se refiere a los partidos nacionalistas, el PNV sigue manteniendo su hegemonía en el País Vasco y en Cataluña se consolida la Esquerra como fuerza mayoritaria, planteando igual que los herederos de Puyol un mero desafío al sistema democrático.

El triunfo del partido socialista del pasado domingo, se basa en su pilar fundamental que es el de constituir clientelas que respalden su llegada al poder o mantenerlo en el mismo, esas clientelas han decidido que prefieren apoyar al PSOE sobre Podemos, que ha sufrido un descalabro de consideración en estas elecciones, puede perder la  alcaldía de Madrid, al igual que  la de Barcelona y solo mantiene la de Cádiz encarnada en un verdadero esperpento.

Entre las clientelas favorecidas por el PSOE, tienen un peso muy considerable la de los nuevos españoles, que hace 2, 3 ó 5 años no lo eran, basta examinar el mapa electoral, para saber que allí donde la inmigración subvencionada tiene peso, el voto se desplazó hacía la izquierda o los nacionalistas. Las poblaciones rurales  de Castilla y León pobladas de manera creciente por norteafricanos, que han expulsado a europeos del Este de Europa han podido entregar a la izquierda esta Comunidad y con seguridad acabaran haciéndolo si no se adoptan medidas. El fenómeno es peor aun en Cataluña donde un millón de musulmanes apoya a la Esquerra de manera aplastantemente mayoritaria, quizás porque alguno de los cargos elegidos son musulmanes que viven en Cataluña.

Se cumple así, el plan diseñado en su día durante la etapa del Gobierno de R.Z. anunciado por su número dos Pepiño Blanco, "de que poco a poco se iría sustituyendo la población española por una población extranjera que tan solo atendería a lo que el poder estuviese dispuesto a dar, esta población votaría mayoritariamente a la izquierda". Década y media después de la llegada al poder de R.Z. esta política está dando bastantes frutos, hasta el punto de respaldar al PSOE más dañino y carente de contenidos positivos desde los años 70 hasta la actualidad, con más de dos millones de españoles que se han visto obligados a abandonar su tierra en la última década y más de seis millones de extranjeros, que no necesitan nacionalidad española para votar en las municipales, que han llegado en lo que va de siglo y que pueden conseguir la nacionalidad en caso de centenares de miles, en solo dos años de residencia.

La situación no es una amenaza futura, si no un proceso de estado en avance, en teoría imparable. Esta sustitución demográfica, provoca primero, la hegemonía política de la izquierda, precisamente cuando la izquierda se bate en retirada en toda Europa y segundo la creciente islamización de España en el plazo de una generación.

Resulta imperativo plantarse limitar la política de España para los españoles, y solo a un determinado grupo de inmigrantes y restringir de manera estricta la concesión de nacionalidades nuevas. O hacemos eso o  habrá que resignarse al desastre.

García MOLINA


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