Comentario editorial del 07-07-19

COMENTARIO EDITORIAL DEL 07-07-19

La semana: como siempre hemos tenido de todo un poco y lo que continuamos es con la vergüenza de los pactos; el poco respeto que tienen los políticos a los que los votamos, que vienen como corderos a pedir el voto y después juegan con él, empezando por subirse los sueldos,  lo que demuestra un acto de sinvergüencería, que la verdad no tiene precedentes. Entre otras cosas, me estoy refiriendo a lo sucedido en Murcia esta semana, que no deja de ser un referente para lo que puede suceder en Madrid.

Sin lugar a dudas la actitud del partido naranja es injustificable e indígnate, digo esto porque lo que está en juego no es una cuestión menor sino el color político de una de las pocas autonomías con un proyecto político razonablemente liberal. Ciudadanos puede entenderse perfectamente con Vox, partido con el que comparte mucho más de lo que pretende, pero se niega a formalizar un acuerdo y a abandonar su férreo cordón sanitario contra una formación que de ninguna manera merece ser tratada como una apestada, es una formación donde todos sus planteamientos están dentro de la Constitución. Vox no es Podemos, Vox no es Bilfu, Vox no es como los partidos golpistas que demonizan a Ciudadanos en Cataluña. Eso Ribera lo sabe mejor que nadie, por eso su posición es sangrante e imperdonable.

El pasado domingo cuando cerrábamos nuestro programa recibíamos la noticia de la muerte de Eduardo Fungeiriño,  ¿lo recuerdan el de la silla de ruedas? Fiscal jefe de la Audiencia Nacional.

Entre otras instrucciones de la Audiencia Nacional en la lucha antiterrorista, Fungueiriño representó al Ministerio Público en procesos como el de la matanza etarra de Hipercor, en la que fueron asesinadas 21 personas y medio centenar de heridos.

No cabe duda de que el empeño admirable del heroico Fungueiriño, como miembro del grupo de juristas de la Audiencia Nacional conocido como Los Indomables y su extraordinaria aportación a la lucha antiterrorista le pusieron en el punto de mira de la ETA, que trató de asesinarlo con un paquete bomba.

Sin lugar a dudas, España ha perdido a uno de sus servidores más leales. Su compromiso con el orden constitucional y el Estado de derecho hace que sea digno de recordar como un español ejemplar.

García MOLINA