domingo, 10 de noviembre de 2019

Comentario editorial del 10-11-19

COMENTARIO EDITORIAL DEL 10-11-19

 

La semana: que quieren que les diga, hoy España amanece con cara de urna, los españoles volvemos a votar y lo hacemos porque es el fruto de incapacidad política para el acuerdo. Por eso mismo, el principal argumento de estas elecciones ha sido, con razón, el bloqueo. En buena lógica electoral, aquella fuerza que mejor garantice el desbloqueo debería ser premiada hoy en las urnas y aquella que más culpa acumule en la parálisis española debería de ser castigada, pero también sabemos que eso no va a suceder. Otra cosa en lo que nos dicen cuando están en campaña que la verdad no hay nadie más optimista que un político  Si está en el Gobierno, porque todo va bien y seguirá siendo así tras renovar la confianza de los electores. Desde la oposición el punto de partida es que todo va mal, pero cambiará una vez que ellos logren desalojar al que en ese momento reside en La Moncloa. El diagnóstico es contrario pero, en los dos casos, el pronóstico es el mismo: una vez que comiencen a aplicar su programa, la economía española irá como un tiro y los nubarrones que ahora nos preocupan pasarán dejando paso como mucho una ligera llovizna.  

 

Por otro lado, esta semana con los debates, mítines entrevistas en los medios de comunicación  de los primeros espadas de la política etc. Otra vez hemos visto y oído bramar al marqués de Galapagar que cada vez que el dueño de Inditex realiza una donación para que, por ejemplo, la sanidad pública pueda lucha contra el cáncer de una manera mucho más eficaz. Sin  ningún tipo de vergüenza, el neocomunista que en vez de donar adquiere mansiones fuera del alcance de la inmensa mayoría de los españoles trata de insultar a Amancio Ortega asegurando que su filantropía es una mera limosna que trata de ocultar una presunta evasión fiscal..

Amancio Ortega, por mucho que digan los periodistas adictos al régimen comunista y los comunistas,  cumple con el Fisco, tanto en España como en el resto de países donde operan sus empresas. Sus donaciones han convertido a España en líder en radioterapia y en un referente en la curación del cáncer, y son parte de un programa mucho más ambicioso de la fundación que lleva su nombre, que además quiere contribuir a la mejora de la educación de los niños españoles. Ya puede berrar el acaudalado marxista que ni dona dinero ni crea puestos de trabajo y tratar de exacerbar el rencor social de sus votantes más fanáticos, pero la verdad está ahí, a la vista de todo el mundo: Las sociedades avanzan gracias a gente como Amancio Ortega  a pesar de resentidos como el propio Pablo  Iglesias, enemigos jurados de la verdad y de la libertad que sólo saben vivir a costa de los demás.

García MOLINA


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